Llegamos a la cuarta misión del juego, que poco a poco nos va revelando más tramas implícitas de la historia. En esta oportunidad vamos con Ryder a limpiar un poco el vecindario de vendedores de droga. Esta misión me gusta mucho porque nos revela a través de la mecánica del juego un dato muy importante: la importancia que le da cada personaje al barrio de Grove Street. Acá podemos ver como Sweet hace todo lo posible por mantener las calles decentes y lo mal que lo pone ver su lugar de nacimiento tan en decadencia. Es una buena misión para desarrollar a los personajes, y para ir estructurando los problemas que darán lugar al primer punto de giro en la historia del juego.